Hoy, al mirar en retrospectiva, experimentamos emociones encontradas. Por un lado, una alegría genuina y serena por haber cumplido con los objetivos trazados, por haber impulsado eventos científicos de altísimo nivel académico y por haber fortalecido a nuestra Sociedad con la incorporación de nuevos miembros asociados, titulares y honorarios que hoy enriquecen nuestra comunidad con su experiencia, talento y vocación de servicio. De igual manera, celebramos con orgullo la reactivación de Acta Cancerológica, revista científica emblemática que representa al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas y que hoy vuelve a ocupar el lugar que merece como espacio de difusión del conocimiento, la investigación y el quehacer oncológico nacional.
Nada de ello hubiera sido posible sin el valioso y firme soporte del equipo humano que nos ha acompañado. Mi reconocimiento más sincero a nuestras secretarias y personal administrativo, quienes, con profesionalismo, entrega y una calidad humana admirable, se convirtieron en la base que permitió alcanzar metas que, al inicio, parecían difíciles. Gracias a ustedes, logramos organizar congresos, jornadas y encuentros nacionales e internacionales que hoy recordamos con orgullo, eventos que no solo han tenido impacto académico, sino que también han permitido reencontrarnos como familia oncológica, renovar la confraternidad y fortalecer los lazos de amistad y respeto que sostienen a nuestra Sociedad.
Y es precisamente allí donde surge la nostalgia. Nostalgia por los momentos compartidos, por las sonrisas logradas, por la gratitud expresada por maestros que volvieron a sentirse honrados y acompañados; nostalgia por ese impulso creativo que siempre nos invitaba a hacer algo más, algo mejor, algo que estuviera a la altura de la oncología peruana y de la historia de nuestra institución. Estos dos años hemos demostrado que, cuando trabajamos unidos, la Sociedad Peruana de Cancerología alcanza logros extraordinarios y reafirma ser un referente nacional e internacional.
En estas fechas tan especiales, deseo extender a cada uno de ustedes, los miembros de la Sociedad y todos los profesionales comprometidos con la lucha contra el cáncer— mis más cálidos deseos de Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Que este nuevo ciclo llegue colmado de salud, unión familiar y renovada energía para continuar construyendo juntos una oncología peruana sólida, humana y moderna.
Me despido con gratitud, orgullo y esperanza. Gracias por haber confiado en esta Junta Directiva 2024 – 2025. Gracias por caminar a nuestro lado. Gracias por permitirnos servir a la Sociedad Peruana de Cancerología y al Perú.
Con el mayor respeto y afecto,
Dra. María Eugenia Guillén Zeballos
Presidenta
Sociedad Peruana de Cancerología